El verano nos invita a disfrutar del aire libre, las vacaciones y el sol. Sin embargo, la piel suele ser la gran olvidada de la temporada. Aunque el bronceado nos da un aspecto saludable, lo cierto es que la exposición al sol, el cloro de las piscinas, la sal del mar y los cambios de rutina tienen un impacto directo en la salud cutánea.
Manchas, deshidratación, líneas de expresión más marcadas o pérdida de luminosidad son solo algunos de los signos que aparecen al final del verano. Por eso, el inicio del otoño es el momento perfecto para devolver a la piel lo que ha perdido con tratamientos para la piel después del verano que están avalados por la evidencia científica.
¿Cómo afecta el verano a la piel?
La piel es el órgano más grande del cuerpo y también uno de los más expuestos a factores externos. Durante los meses de calor sufre una sobrecarga que se traduce en daños visibles y acumulativos.
La radiación solar es el principal factor de daño cutáneo en esta época. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 80% del envejecimiento visible de la piel se debe a la exposición solar. Los rayos UV aumentan la producción de radicales libres, responsables de la degradación del colágeno y la elastina.
- Exposición solar
La radiación ultravioleta (UV) es la principal responsable del fotoenvejecimiento. Los rayos UV generan radicales libres que dañan el ADN celular, degradan el colágeno y la elastina, y favorecen la aparición de arrugas y manchas. - Cloro de las piscinas
El cloro altera la barrera hidrolipídica natural de la piel, disminuyendo su capacidad para retener agua. Esto se traduce en sequedad, tirantez e incluso irritaciones en pieles sensibles. - Agua del mar
Aunque contiene minerales beneficiosos, la sal del mar produce deshidratación y descamación si no se elimina correctamente después del baño. - Sudor y calor
El exceso de sudor favorece la obstrucción de poros y la aparición de imperfecciones, como puntos negros y acné.
Por todo ello, al final del verano es frecuente que la piel se vea apagada, sin elasticidad y con manchas más visibles.

¿Por qué el otoño es el mejor momento para cuidar la piel?
Con la llegada del otoño disminuye la exposición solar, lo que convierte a esta estación en la más adecuada para iniciar tratamientos regeneradores. La piel tiene tiempo para recuperarse sin el estrés adicional del calor intenso ni la radiación solar directa.
Además, iniciar en octubre un plan de cuidados no solo mejora el aspecto inmediato de la piel, sino que también la prepara para el invierno, cuando tiende a resecarse aún más debido al frío y a la calefacción.
Tratamientos para la piel después del verano
En Nurson Formación, los alumnos de nuestro Máster en Enfermería Estética y Ecografía Básica realizan prácticas con modelos reales bajo la supervisión de expertos. Esto permite que las personas interesadas accedan a tratamientos de calidad a un precio reducido.
Los tratamientos más recomendados para recuperar la piel tras el verano son los siguientes:
1. Peelings químicos
Los peelings químicos eliminan las células muertas de la capa superficial de la piel y estimulan la renovación celular. Están especialmente indicados para tratar manchas solares, irregularidades en la textura y pérdida de luminosidad.
Dato científico: un estudio publicado en el Journal of Cosmetic Dermatology (2018) demostró que los peelings con ácido glicólico y ácido salicílico mejoran la hiperpigmentación inducida por el sol y aumentan la uniformidad del tono de la piel.
Además, los peelings favorecen que la piel absorba mejor otros tratamientos hidratantes y nutritivos, lo que potencia sus resultados.
2. Hidratación con ácido hialurónico
El ácido hialurónico es una molécula presente de forma natural en nuestro organismo y conocida por su capacidad de retener hasta 1.000 veces su peso en agua. Después del verano, cuando la piel suele estar deshidratada, las infiltraciones de ácido hialurónico devuelven frescura y firmeza.
Dato científico: un ensayo clínico recogido en Dermatologic Therapy (2019) confirmó que el ácido hialurónico intradérmico mejora significativamente la elasticidad cutánea, la hidratación y la densidad dérmica tras exposiciones prolongadas al sol.
Es una opción excelente para quienes buscan una piel más jugosa y luminosa después de la temporada estival.
3. Láser CO₂ fraccionado
El láser CO₂ fraccionado es uno de los tratamientos más eficaces para reparar los daños del sol. Está especialmente indicado para:
- Manchas solares.
- Arrugas finas.
- Cicatrices post-acné.
- Pérdida de firmeza.
Este tratamiento estimula la regeneración del colágeno y mejora la calidad de la piel desde las capas más profundas.
Dato científico: una investigación publicada en Lasers in Surgery and Medicine (2017) mostró que el láser CO₂ fraccionado consigue una reducción significativa de las hiperpigmentaciones y una notable mejoría en la textura de la piel fotoenvejecida.
4. Plasma rico en plaquetas (PRP)
El plasma rico en plaquetas (PRP) utiliza los factores de crecimiento presentes en la sangre del propio paciente para regenerar la piel de forma natural. Tras el verano, es especialmente útil para devolver vitalidad y reparar el daño celular acumulado.
Dato científico: una revisión sistemática publicada en Aesthetic Plastic Surgery (2020) concluyó que el PRP mejora la producción de colágeno, aumenta la hidratación cutánea y acelera los procesos de reparación tras la exposición solar.
Es un tratamiento seguro, biocompatible y con resultados progresivos que mejoran con el tiempo.

Octubre: el mejor momento para reservar cita
El otoño es la época ideal para estos tratamientos, ya que la piel está menos expuesta al sol y puede regenerarse sin riesgo de nuevas manchas. Además, en Nurson Formación las reservas para modelos se reabren en octubre, lo que permite acceder a estas técnicas avanzadas con un coste más reducido.
Al participar como modelo, no solo disfrutas de tratamientos supervisados por profesionales, sino que también colaboras en la formación de enfermeros que se están especializando en estética.
Consejos complementarios para cuidar tu piel en casa
Además de los tratamientos profesionales, es importante acompañarlos de cuidados diarios que refuercen sus resultados:
- Utiliza un limpiador suave para eliminar impurezas sin resecar.
- Aplica una crema hidratante rica en antioxidantes para combatir los radicales libres.
- No olvides el protector solar, incluso en otoño e invierno, ya que la radiación UV sigue presente.
- Aumenta el consumo de agua y frutas ricas en vitamina C, que favorecen la regeneración de la piel.
El verano deja huella en la piel, pero con los tratamientos adecuados después del verano es posible devolverle luminosidad, hidratación y firmeza. Peelings, ácido hialurónico, láser CO₂ y plasma rico en plaquetas cuentan con respaldo científico y son una apuesta segura para recuperar la salud cutánea.
En octubre, vuelve la oportunidad de reservar plaza como modelo en Nurson Formación y acceder a estos tratamientos avanzados bajo supervisión profesional. Dale a tu piel el cuidado que merece y empieza el otoño con un aspecto renovado.



